Las organizaciones manejan grandes volúmenes de información confidencial: datos personales, financieros, propiedad intelectual o información crítica de negocio. Pero a menudo no tienen visibilidad ni control sobre cómo esa información es compartida, copiada o enviada fuera del entorno seguro. Una filtración de datos no solo puede suponer sanciones legales y multas por incumplimiento de normativas