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Las pruebas de penetración, o pentesting, son ejercicios controlados en los que un equipo autorizado intenta vulnerar sistemas, aplicaciones o redes para descubrir y explotar debilidades antes que un atacante real. Este enfoque proactivo valida controles, prioriza la remediación y reduce el riesgo operacional.
¿Qué son las pruebas de penetración?
En ciberseguridad, las pruebas de penetración simulan tácticas, técnicas y procedimientos de adversarios sobre un alcance definido. Se basan en metodologías reconocidas como NIST SP 800-115 y OWASP Testing Guide, e incluyen evidencia reproducible y un informe con impacto, probabilidad y acciones recomendadas. A diferencia del escaneo de vulnerabilidades, el pentest verifica explotabilidad real y posibles cadenas de ataque.
Tipos de pruebas de penetración
- Enfoque de conocimiento: caja negra (sin información), caja gris (información parcial) y caja blanca (información completa).
- Superficie evaluada: externa o interna; aplicaciones web, APIs y móviles; entornos cloud y SaaS; redes inalámbricas; ingeniería social; IoT y OT.
- Objetivo: cumplimiento normativo, validación de controles, prueba de nuevas releases o evaluación de exposición en Internet.
Fases de las pruebas de penetración
- Definición de alcance y reglas de enfrentamiento: objetivos, activos, ventanas de tiempo y autorizaciones legales.
- Reconocimiento y enumeración: OSINT, mapeo de red, fingerprinting y descubrimiento de activos.
- Análisis de vulnerabilidades y modelado de amenazas: priorización según contexto del negocio.
- Explotación: ejecución de payloads, bypass de controles e integración de técnicas como inyección, deserialización o ataques a autenticación.
- Escalamiento de privilegios y movimiento lateral: consolidación de acceso e impacto.
- Post-explotación: validación de impacto, persistencia controlada, recolección de evidencia y contención.
- Reporte y remediación: informe ejecutivo y técnico, severidad (por ejemplo, CVSS), recomendaciones y re-test de cierre.
Conclusión
Las pruebas de penetración ofrecen visibilidad práctica del riesgo, fortalecen la postura de seguridad y apoyan el cumplimiento de marcos como ISO 27001 y PCI DSS. Realízalas al menos una vez al año y tras cambios significativos. Integra los hallazgos en la gestión de vulnerabilidades y el ciclo de desarrollo seguro, y complementa con ejercicios de Red Team cuando necesites evaluar detección y respuesta.
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