• La ciberseguridad no funciona con el modelo de «instalar y olvidar». En InfoProteccion defendemos la seguridad como proceso continuo porque las amenazas evolucionan, tu infraestructura cambia y el negocio no se detiene. Tratarla como un destino único crea una falsa sensación de control; tratarla como un ciclo permanente permite anticiparse, contener y recuperarse con rapidez.

  • La cultura de seguridad en equipos de desarrollo no es un eslogan, es el sistema operativo que protege tu software y tu negocio. Cuando el código sale rápido pero sin controles, las vulnerabilidades se cuelan, los costos de corrección se disparan y el equipo vive apagando incendios a deshoras. La buena noticia es que puedes

  • Las vulnerabilidades no corregidas siguen siendo una de las vías más explotadas por atacantes. Durante la etapa de implementación del SDLC, aplicar actualizaciones y parches seguros determina si el despliegue protege o expone la organización. El reto real no es solo «parchar», sino hacerlo con verificación de origen, pruebas rigurosas, despliegues controlados y trazabilidad completa,

  • Gestión de incidentes en SDLC: enfoque integral para desarrollo seguro La gestión de incidentes en SDLC no es un apéndice operativo; es una disciplina estratégica que protege el valor del software desde la idea hasta la operación. Cuando los equipos relegan la respuesta a incidentes a producción, aumentan el tiempo de exposición, se multiplican los

  • El monitoreo de seguridad no puede ser un anexo al final del ciclo. Cuando los equipos lo postergan, aparecen puntos ciegos: pipelines alterados sin detección, secretos expuestos en repositorios, dependencias comprometidas que llegan a producción y tiempos de respuesta que se disparan. En un SDLC moderno, la única forma de reducir riesgo y mantener velocidad

  • La adopción de contenedores aceleró el desarrollo, pero también amplificó el riesgo cuando la configuración es débil. En equipos presionados por entregar rápido, es común heredar imágenes hinchadas, ejecutar como root, exponer sockets sensibles o confiar a ciegas en registries públicos. Ese cóctel abre la puerta a vulnerabilidades de cadena de suministro, escaladas de privilegios

  • La seguridad en pipelines CI/CD se ha convertido en un objetivo de alto valor para atacantes que buscan comprometer la cadena de suministro de software. Un solo eslabón débil —runners mal aislados, secretos expuestos o dependencias no verificadas— puede escalar hasta la toma de control de producción. En un SDLC seguro, el pipeline es infraestructura

  • Cuando el código llega a la etapa de implementación del SDLC, la diferencia entre un despliegue robusto y una vulnerabilidad explotable suele reducirse a un detalle: la configuración segura del entorno. La mayoría de incidentes en la nube, contenedores y servidores parten de errores de configuración, permisos excesivos o secretos expuestos. Si se permite que

  • En un SDLC seguro, la etapa de pruebas ya no puede limitarse a casos de uso felices ni a validaciones manuales puntuales. Las amenazas evolucionan más rápido que los ciclos de release, el tiempo de explotación de CVE se reduce y los entornos modernos distribuidos multiplican la superficie de ataque. El resultado es predecible: vulnerabilidades

  • Cuando el software llega a producción, los ataques no consultan el repositorio: golpean la aplicación en tiempo de ejecución. Las Pruebas dinámicas (DAST) abordan ese riesgo evaluando la seguridad desde el exterior, como lo haría un atacante. Este enfoque complementa el “shift-left” y cubre brechas que el análisis estático no detecta, sobre todo en flujos