by drmunozcl
Share
Por drmunozcl
Compartir
En la era digital actual, las organizaciones gestionan volúmenes masivos de datos personales y corporativos. Sin una estrategia clara de protección de datos, las empresas se enfrentan a riesgos significativos como pérdidas financieras, daño reputacional y sanciones legales debido al incumplimiento normativo.
Imagina que una empresa sufre una brecha de seguridad y expone información confidencial de sus clientes. Además del impacto inmediato en la confianza del cliente, la organización puede enfrentar multas por infringir leyes como el GDPR o la Ley 19.628 en Chile. Estos incidentes no solo afectan la operación a corto plazo, sino que pueden comprometer la sostenibilidad del negocio a largo plazo.
Las amenazas cibernéticas evolucionan constantemente y los atacantes aprovechan cada debilidad en la gestión de datos. No contar con políticas adecuadas de clasificación, almacenamiento y eliminación de datos convierte a las organizaciones en blancos fáciles.
Gestión de la protección de datos
Una gestión adecuada de la protección de datos implica establecer políticas, procedimientos y tecnologías para salvaguardar la información sensible. Algunas prácticas esenciales incluyen:
- Implementar un sistema de gestión de seguridad de la información (SGSI) basado en estándares como ISO/IEC 27001.
- Clasificar los datos según su nivel de sensibilidad y aplicar controles acordes a cada categoría.
- Capacitar al personal sobre buenas prácticas de seguridad, concientización y cumplimiento normativo.
- Utilizar cifrado y control de accesos para proteger los datos tanto en tránsito como en reposo.
- Realizar auditorías y pruebas de seguridad periódicas para detectar y mitigar vulnerabilidades.
Adicionalmente, es fundamental nombrar un responsable de protección de datos (DPO) que supervise el cumplimiento normativo y actúe como punto de contacto frente a entidades reguladoras y titulares de datos.
Adoptar una cultura organizacional orientada a la seguridad no solo protege los activos digitales, sino que también fortalece la confianza con clientes, socios y partes interesadas.
Conclusión
La gestión de la protección de datos no debe considerarse una obligación legal únicamente, sino un elemento estratégico para la continuidad y éxito de cualquier organización. Una gestión adecuada permite anticiparse a riesgos, reducir el impacto de incidentes y mejorar la resiliencia digital frente a un entorno cada vez más amenazante.
MANTENTE INFORMADO
Suscríbete a nuestro newsletter gratuito.
En el ámbito de la ciberseguridad, el término «anti-forense» se refiere a las técnicas utilizadas para obstaculizar el análisis forense digital o para complicar la detección de actividades maliciosas. Uno de los métodos más elusivos y sofisticados en esta categoría es el denominado «vanishing evidence», o evidencia que desaparece. Este artículo explorará en profundidad qué
La ciberseguridad se encuentra en constante evolución, adaptándose a las nuevas tecnologías y amenazas emergentes. Uno de los fenómenos más recientes es el «slopsquatting», una técnica que, sumada a las alucinaciones de los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM), destaca como un riesgo latente para las organizaciones. Este artículo examina la problemática, agita la
En el mundo contemporáneo de la ciberseguridad, la aparición y proliferación de las herramientas de acceso remoto, conocidas como RATs (Remote Access Trojans), ha generado preocupaciones significativas. Entre estas, destacan AsyncRAT y Jupyter, que representan desafíos complejos para los profesionales de TI. En este artículo, exploraremos estas amenazas en detalle, sus implicaciones, y cómo los
La protección de datos personales es una preocupación crítica en la era digital actual, especialmente para profesionales de TI y expertos en ciberseguridad. Con las crecientes amenazas de ciberataques y violaciones de datos, es fundamental aplicar técnicas eficaces para proteger la privacidad de los datos. En este contexto, la anonimización y seudoanonimización se presentan como